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Cipri Lodosa cuelga el «no hay billetes» en su pueblo.

 

Este viernes la Casa de Cultura de Lodosa puso en escena la obra «El nombre de la rosa» con Cipriano Lodosa entre los protagonistas

La casa de cultura de Lodosa ha puesto el cartel de no hay entradas. Se han vendido las 299 localidades del auditorio para presenciar esta noche la adaptación teatral de El nombre de la rosa, de Umberto Eco. La calidad de la obra merece la expectación, pero, para los lodosanos, la representación incluye un aliciente más: ver la primera actuación del actorCipriano, Cipri Lodosa Urdapilleta en su localidad natal.

Cipri Lodosa colgó el cartel de no hay entradas. El nombre de la rosa

Cipri Lodosa. El nombre de la rosa

A sus 50 años y con amplia carrera teatral de tres décadas a sus espaldas, Lodosa actúa por primera vez ante los suyos. Interpreta al español Jorge Burgos, un monje anciano y ciego, encorvado y «blanco como la nieve»; antiguo bibliotecario de la abadía. Junto a él actúan otros 11 actores, entre ellosJuan Fernández y Juan José Ballesta

¿Nervioso por lo que es su debut ante el público lodosano?

Después de tantos años sobre el escenario, se aprende a controlar los nervios. Pero, sí, estoy nervioso. Actuar delante de los tuyos, de la familia, no es fácil.

¿Cuál es el secreto para mantenerse durante tanto tiempo en una profesión como la de actor?

La de actor es una profesión en la que se requieren dos cosas. La primera disfrutar de lo que se hace y la segunda, la constancia. Cuando subes a un escenario, hay que dar el 200%, porque el público se lo merece. Pero para eso hay que trabajar mucho , leer mucho y observar mucho. Absorber todo lo que se ve y aprender continuamente. El que empieza en esta profesión debe saber que no todo es diversión, hay que pagar una factura muy cara.

Las salas de cine están en crisis por falta de espectadores ¿ocurre lo mismo en los teatros?

En términos absolutos, las cifras son más optimistas que en el cine, pero, claro, en el balance están incluidos también los musicales que arrastran mucho público. El teatro siempre ha estado en crisis y siempre sobrevive. Desde el origen de los tiempos, el objetivo del teatro ha sido el de despertar la conciencia del espectador. Es reivindicativo y obliga a la sociedad a plantearse qué hay de cierto en lo que nos cuentan. Se tratan temas que son siempre actuales. En El nombre de la rosa se enfrenta la fe y la manipulación que ejerce la iglesia en el siglo XIV y la razón.

¿Hay diferencias entre el público de las grandes ciudades y el de localidades más pequeñas?

Por lo general, en las localidades pequeñas, los espectadores acuden con menos prejuicios.

publicado por Mº Paz Gener en DN

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