LA ONGD LA ESPERANZA DE LODOSA CELEBRA SUS 20 AÑOS CON EL COMPROMISO DE SEGUIR AYUDANDO A LAS PERSONAS MÁS VULNERABLES

Lejos queda ya aquel 19 de marzo de 1994. Veinte años han pasado desde que un grupo de lodosanos decidiera, de forma totalmente altruista, dar un paso adelante, pasar de las palabras a la acción, e intentar recaudar fondos para los niños más desfavorecidos de Lábrea, en Brasil. Así, de la nada, de la voluntad y de las ganas de querer cambiar y mejorar las cosas, surgió la ONGD La Esperanza.

Con paciencia y esfuerzo, pero sobre todo con la ilusión de algo que surge de cero, el día de San José, con decenas de objetos de segunda mano que recogieron, lavaron y adecentaron durante meses, salieron a El Paseo y celebraron el primer mercadillo solidario con el objetivo de recaudar, como mucho, 100.000 de las antiguas pesetas.

La jornada no pudo ir mejor y superó cualquier expectativa, tal y como reconocía Corpus Campo, presidenta de la ONGD desde el inicio, ya que lograron algo más de un millón de pesetas. «Fue una experiencia que me llegó al alma y desde entonces ha sido mi estilo de vida. Ha sido un camino que hemos recorrido poco a poco con entusiasmo, constancia y tenacidad», insistía la presidenta.

Con este dinero se comenzó la construcción del primer Centro Esperanza, un lugar pensado para ofrecer atención y formación a los menores de edad en situación de vulnerabilidad social.

De hecho, en la actualidad hay tres centros de estas características; en Lábrea, Tapauá y Pauiní (Brasil). Unos mil jóvenes acuden a diario a estas construcciones para comer, para muchos es su único alimento del día, y para aprender en los diferentes talleres que se imparten como el de carpintería, metalurgia o cocina.

A pesar que desde la organización lodosana reconocían que hacen falta muchos más edificios de este estilo, también afirmaban que «crear proyectos es muy bonito, y estos centros hacen una labor imprescindible, pero lo importante es mantener los que ya existen». De hecho, todo el dinero que recaudan en los mercadillos, hacen unos diez al año, va destinado a estos inmuebles.

ÁMBITOS DE ACCIÓN Los proyectos de esta ONGD no se quedan en los centros Esperanza, sino que van mucho más allá. De hecho, a través de donativos y subvenciones han construido casas comunitarias y hogares dignos en los que ya se han instalado más de 800 familias. «Estos edificios no solo mejoran el bienestar de los que allí viven, sino que el beneficio es mucho mayor ya que todos los de alrededor mejoran en estabilidad, salud y alegría», puntualiza Campo.

Además, esta organización ha colaborado en la construcción de pozos de agua y de un Centro de Acompañamiento y Recuperación de Desarrollo Integral, un lugar para albergar a los familiares de los enfermos ingresados en los hospitales. «Hemos ayudado a muchísimas personas, pero además nosotros nos hemos enriquecido de una manera inimaginable. Esta agrupación ha logrado que seamos capaces de hacer cosas que pensábamos que eran imposibles», comentaba Corpus.

PRÓXIMOS EVENTOS Aunque el sueño de la presidenta lodosana, tal y como ella misma aseguraba, «es llegar a las bodas de plata y hacer una gran fiesta en Lodosa», de momento, este miércoles, para conmemorar los 20 años de la ONGD, harán una celebración íntima en Monteagudo, en el monasterio de los Agustinos Recoletos.

Además, y con el objetivo de recaudar dinero para ayudar a los damnificados de Filipinas, el domingo 13 de abril organizarán un gran festival benéfico en la casa de cultura en el que participarán vecinos y asociaciones lodosanas.

La ONG «La Esperanza» de Lodosa lucha por oferecer una vida digna, calidad de vida en especial a los niños más necesitados de Lábrea en Brasil.

Noticia de María San Gil para Diario de Noticias